Conducción segura para nuestros hijos

Todos hemos sido jóvenes, todos hemos salido a pasear con el coche de nuestro padre, o de fiesta, o, cuando ya teníamos algo de experiencia con un coche de segunda mano que no nos otorgaba las garantías de seguridad que tienen los coches de hoy en día.


Bien pensado, en la última década el desarrollo de la seguridad al volante ha dado un vuelco exponencial, dotando a los vehículos de unos elementos de seguridad, tanto activa como pasiva, que cuando nosotros eramos jóvenes no podíamos llegar a imaginar.



Pero, ¿quien no está de acuerdo, en dotar de esa seguridad a los más jóvenes a la hora de que salgan a la carretera con un vehículo?

En España, los jóvenes entre 18 y 25 años, son solamente el 17% de la población, pero asumen el 60% de los accidentes ocurridos en fin de semana, y en los países desarrollados, el 50% de los jóvenes fallecidos, lo es por Accidente de Tráfico.

Hasta hace pocos años, cuando nos sacábamos el Permiso de conducir, el vehículo que podíamos usar y nos dejaban, solía ser el segundo vehículo de casa, si lo había, un vehículo viejo, total, "si para aprender no hace falta más, lo vas a rayar y bollar, así que aprende con este antes de fastidiar el nuevo".
Frase recurrida por nuestros padres y tutores a la hora de coger el coche de casa.

Al fin, las marcas se han involucrado en buscar la solución a este problema tan acuciante, y uno de los que ha tomado la delantera es el sistema Mikey de Ford.

Este mecanismo, que pretende promover la conducción segura de padres a hijos, tiene una serie de funciones que limitan el uso del vehículo por parte de los jóvenes, según los parámetros que el padre o tutor permita para el uso del vehículo.


Este sistema permite por parte del padre:


  • limitar la velocidad a la que puede correr su hijo con el vehículo, creando alertas visuales y sonoras cuando nos acercamos a ese limite establecido,


  • Avisador de cinturón de seguridad que no se puede desactivar y a su vez silencia el sistema de audio (radio, cd, mp3...) hasta que no se abrochen.

  •  Aviso de autonomía del vehículo cuando llega el depósito a un nivel en el que se pueden hacer unos 120 km, en lugar de los 60 u 80 km con los que cuenta la reserva.



  • Ayudas al estacionamiento, detector de ángulos muertos BLIS, avisador de cambio de carril y el Active City Stop, que no se pueden desactivar

y algún que otro sistema de seguridad más...

Realmente son los jóvenes los que necesitan más colaboración para evitar esa cantidad de muertes, por lo que todo lo que hagamos para minimizar el número de accidentes no está de más.

Fuente: Motorzoon, Grupo Ducco.

Comentarios

  1. El sistema está muy bien y podria ser util, pero así no se ataja el problema.
    Lo que se necesita es concienciar a los conductores desde niños, quizá una asignatura obligatoria en el colegio o algo así para que la responsabilidad se lleve dentro y no dependa de un aparato.

    Soy el responsable de una Autoescuela en Vigo y veo como el problema es hereditario, ya que por ejemplo a muchos padres solo les interesa que sus hijos aprueben rápido, si preocuparles que aprendan o no.

    Te felicito por el Blog, hay articulos muy interesantes, el nuestro está en www.autoescuela-a52.es y tratamos temas parecidos.

    Un saludo!

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    Respuestas
    1. Hola Manu, gracias por visitar el blog, y encantado de contar con tus comentarios.
      Te doy toda la razon en cuanto al problema de los padres que quieren que sus hijos aprueben lo más ràpido posible y con las menos practicas, y no se dan cuenta que nuestra labor es prepararles para que una vez que salgan a la carretera puedan tener unas nociones mínimas de seguridad.
      Estamos en contacto.

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