Glorietas... Esa temida intersección

Cada día que salgo a la carretera, es decir todos, me encuentro con personas que no saben como deben comportarse cuando se encuentran con una rotonda en su camino, como si fuera un elemento que ha aparecido en ese tramo de la vía por arte de magia, o que algún ser extraño de otro planeta o galaxia lo ha colocado ahí, menuda la gracia que ha tenido, para fastidiarnos, y hacernos más difícil la circulación.

Pero la verdad sea dicha, esos artilugios salidos de mentes perversas, que nos hacen liar cada día más con la circulación por nuestras vías, permiten distribuir una mayor cantidad de vehículos a un mayor número de direcciones en un mismo periodo de tiempo, reduciendo a su vez el número de puntos posibles de colisión, y permite limitar la velocidad de circulación, con lo que la gravedad de los posibles accidentes que pueden ocurrir en ellas es menor por la velocidad a la que se atraviesan las rotondas, que es menor si esa misma intersección fuera de circulación normal, con una calle preferente sobre el resto que acceden a ella.



Por lo tanto, siempre que nos acerquemos a una rotonda, deberemos a hacerlo a una velocidad que nos permita decidir si podemos continuar la marcha e incorporarnos a ella sin molestar a los vehículos que circulan por ella, o por el contrario, detenernos para permitir su paso, ya que en ella tienen preferencia los vehículos que se encuentran en su interior.

Hasta este punto todos lo tenemos claro, tienen preferencia los que se encuentran circulando en su interior, pero y la circulación? y la salida de esas endemoniadas vías?

Normalmente, deberemos circular por el carril de nuestra derecha, y no abandonarlo más que para adelantar a otro vehículo que circule por delante del nuestro o para permitir el acceso a esta vía a los que se intentan incorporar a ella, pero aún así, aún habiendo cambiado de carril por alguno de los 2 motivos expuestos anteriormente, la salida se deberá realizar desde el carril de nuestra derechaincorporándonos a el progresivamente y siempre cediendo el paso a los vehículos que con antelación estén circulando por el, y siempre señalizando esta maniobra, y todas las que hagamos en su interior, con el correspondiente indicador de dirección (intermitente).

Esto quiere decir, que si a la hora de que estemos circulando por una rotonda, lo hacemos por el carril izquierdo, en el momento que pretendamos salir de ella, deberemos cambiar con antelación al carril derecho, siempre que nos lo permita la circulación, que pasa si la circulación no nos lo permite?, muy fácil, sigue dando la vuelta a la rotonda para colocarte con antelación suficiente en el carril de la derecha y así poder salir sin el menor problema para ti y los demás vehículos que por ella estén circulando.

Y dar marcha atrás?, si es que locos hay en todas la partes, es lo peor que podemos hacer, con lo fácil que resulta dar otra vuelta en la rotonda, nada, pues eso, a dar vueltas hasta que encontréis la salida que debéis tomar, y siempre salir desde el carril de la derecha, sañalizándolo adecuadamente para que así los vehículos que quieran entrar en la rotonda puedan hacerlo sin tener que detenerse y así hacer la circulación más fluida.

Fotografia. Infocoches.



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