Respetando distancias

Hace un par de días, estaba leyendo un artículo en un blog sobre Seguridad Vial, para ser más exacto Circula Seguro, cuyo artículo me llamo bastante la atención "como me lo quito de detrás", refiriéndose a esos conductores que a la hora de circular se nos pegan al culo de nuestro coche, con la consecuente inseguridad que nos da a los que circulamos correctamente, y que en el caso de que necesitáramos hacer una frenada de emergencia, existe la posibilidad casi totalmente cierta, de que no les de tiempo a reaccionar o detener el vehículo dentro de la zona y distancia que guardan con nosotros.



En este post, no quiero hablar de la distancia de seguridad que se debe guardar con el vehículo que nos precede, es decir con el vehículo que va delante de nosotros, que todos deberíamos saber ya sobradamente, y si no es así ya hablaremos más detenidamente en otra ocasión.
No, ahora me quiero referir, a esa sensación que nos da el hecho de que llevemos un vehículo detrás, tan cerca de nuestro vehículo que no le vemos ni los focos, con la sensación de que en cualquier momento se nos pueda meter dentro del vehículo ante cualquier frenazo que necesitemos hacer ante cualquier imprevisto en la carretera.

Una inseguridad que nos hace muchas veces incluso dejar de pensar en nuestra propia seguridad  y  aumentar la velocidad lo suficiente para separarnos de el, o pisar el pedal de freno de vez en cuando para que al encenderle las luces de frenado el haga lo mismo y se separe, a cual de las dos soluciones más temerarias, o los más pícaros, que encienden las luces de posición del coche, con lo cual, sin levantar el pie del acelerador y sin perder velocidad, hacen pensar al conductor que ha pisado el freno por alguna causa.

Reflexionando seriamente, imaginemos por un momento que nos encontramos con unos niños cruzando la calzada, y que debemos frenar para no atropellarlos, pero tenemos al tarugo de turno que no deja una distancia mínima de seguridad con nuestro vehículo, ¿que hacemos? no frenar con la suficiente fuerza para que no nos arrolle por detrás, con la consiguiente posibilidad de que no ejerzamos la suficiente fuerza en la frenada como para no atropellar a los niños?, o frenamos con la suficiente fuerza para detener el vehículo sin causar ni el menor susto a esos niños que están cruzando, que por otra parte, lo más seguro es que estén cruzando legalmente por un paso para peatones debidamente señalizado, pero entonces, el tarugo del que estamos hablando, nos envista por detrás, con la posibilidad de que ese mismo empujón pueda hacer que también nos llevemos a los niños por delante con nuestro coche?

Como veréis, el dilema tiene una muy difícil solución, o los atropellamos o los atropellamos, elegir una de las dos soluciones.

Bien es sabido por muchos de nosotros, que una de las intenciones de todo conductor que alguna vez en la vida se ha encontrado con ese tipo de conductores es la de hacer que se separen de nosotros o, no pudiéndolo hacer, hacer que nos adelanten lo antes posible para dejar de tener ese problema en la retaguardia, por que siempre es más fácil tener el problema por delante y que nosotros podamos actuar a nuestro albedrío, que llevarlo detrás que no sabemos en ningún momento como será la reacción de ese conductor temerario.

Como vuestra experiencia es la que os dicta en todo momento la manera de actuar ante semejante personaje, que harías para evitar ese peligro?...




Imagen Educastur

Comentarios

Entradas populares de este blog

La importancia de saber lo que decimos

Efecto tunel

Disminución de la velocidad y velocidades variables